CONCHI RODRÍGUEZ GALLEGO VECINA DE HUÉSCAR, Y DE PROFESIÓN “LA CARRETERA” ha salido en portada de revistas y periódicos (mujer hoy, ideal,....) como ejemplo de mujer emprendedora
Aquí os dejo una descripción y un ejemplo de esta mujer emprendedora vecina de Huéscar.
Conchi Rodríguez Gallego tiene 43 años y 20 de ellos al volante, ha recorrido toda Europa al volante de su camión Iveco, casada y madre de dos adolescentes, los fines de semana en casa y el resto de días hace kilómetros, duerme en cabina. Toma café en bares de carretera y se siente libre.
Conchi decidió entrar en mundos hasta ahora “desconocidos” para la mujer, como ella misma nos comenta: “En este trabajo por cada 99 hombres hay 1 mujer, todo está pensado para ellos”.
Conchi Rodríguez diariamente pisa el acelerador de su camión y pone el automático. EL tacógrafo lleva la cuenta de las autovías transitadas, de la velocidad, las paradas, los reportajes, las frenadas de emergencia..... este dispositivo se ha convertido en su diario de 20 años.
A esta mujer no hay nada que la detenga ni la nieve, ni la niebla, ni la paliza de kilómetros. Tampoco la frena saber que pisa un terreno abonado para hombres en el que siempre suele escuchar “¡mira una mujer!, sobre todo cuando adelanta a los compañeros según nos comenta.
Ella desmitifica la profesión, porque hoy ya nadie se queda tirando en la cuneta y expuesto a su propia pericia: “ cuando hy cualquier problema hago como todos. Cojo el teléfono y llamo a la asistencia. O si es poca cosa, lo miro yo”.
Como bien nos comenta Conchi “cada vez que voy subida a mi camión tengo una sensación de libertad que no se puede explicar. El trabajo es duro pero a mí me resulta emocionante y a mí si me resultó bien la canción – Yo para ser feliz quiero un camión-
Junto con su marido Rafa montaron su empresa, echaron a rodar juntos recorriendo Europa y ahora anda cada uno por su lado.
Conchi tiene por norma 1 viaje al día (unos 20 al mes) con sus 9 horas de descanso por obligación. En la cabina cena sandwiches, bebe agua y cocacolas que saca de su minibar, duerme tras la cortina, en una litera con edredón y como detalle decorativo lleva a las Santas de Huéscar.
Mientras conduce escucha la radio y los lunes que es día de ensayo, canta con su coro rociero “Aires de Jubrena” vía móvil.
Transporta casi siempre “fresco” (alimentación) y en raras ocasiones “seco” (ropa, higiene, artículos.....). Para en bares de carretera, vigila su GPS, habla con sus hijos, navega por Internet y antes de salir al camino se pinta sus ojos y labios, se peina y perfuma, coge su Iveco de 16,5 metros de longitud y SE SIENTE LIBRE POR SER MUJER Y TENER DE PROFESIÓN LA CARRETERA